EN JAPÓN CON SENSEI 2 - Senpai Wenzel
SENSEI PUNTUALMENTE ADELANTADO
Puntualmente adelantado Sensei golpea una sola vez en la puerta de la habitación. Es señal de que estamos de partida. El momento es de tomar la mochila ya ordenada, saltar en los zapatos preparados frente a la puerta, debidamente apuntados hacia fuera, y alcanzar el Sensei en el pasillo hacia el ascensor.
Con el horario "confuso" todavía, yo había dormido un poco al principio de la noche y luego pasé la madrugada en vela, respondiendo correos electrónicos y escribiendo el primer texto del viaje. A las 5:20 Sensei llamó a la habitación, anunciando que el día reservaba cuatro misiones a resolver, rápidamente enumeró cada una y confirmó que saldríamos a las 6:00.
Fue la hora de terminar de escribir, incluir algunas imágenes y de vestir eñ kimono y la hakama.
Precisamente a las 5:52 siete minutos adelantado, Sensei golpea la puerta. Si golpeara a las 5:53, serían seis minutos más algunos segundos. Para no retrasarse ni estos segundos, los 7 minutos adelantados de Sensei, son tan precisos que tiene unos segundos de sobra. Es lo que llamamos en Niten el Horario de Sensei. "Tenemos en Niten siempre la hora de Brasilia (GMT -3), generalmente marcado en los celulares y tenemos el" horario de Sensei ",los precisos 7 minutos adelantados, que es el horario vigente en el reloj de Sensei. Y eso es lo que vale cuando estamos con Sensei. Especialmente en Gashukus y Shugyos. Sí, a veces es un poco confuso, yo también lo he encontrado bastante confuso. ¿Por qué no mantener un horario sólo y marcar un poco antes ?! Pero justo por esa confusión, acabamos volcando más energía en la percepción del tiempo, tenemos que hacer siempre una pequeña aritmética y nos quedamos más conscientes del tiempo en que estamos actuando. Funciona.
Salimos del hotel en taxi y nos dirigimos hacia el primer destino. A las 8 de la mañana ya podíamos tachar dos puntos de la lista. Nos dimos el lujo de volver a pie al hotel, descubriendo cómo funciona bien Googlemaps y viendo el movimiento de la ciudad al amanecer.
Un camión terminaba una entrega o una reparación en la vía pública, no supe bien. Un trabajador barría el asfalto con una escoba de paja, no había mucha suciedad en el suelo, del otro lado de la calle en realidad no vi ninguna suciedad, pero aún así, cualquier mota de polvo que hubiese era barrida y recogida con una palita. Escena pintoresca para un camión grande, y un trabajador prolijamente uniformado, con la escoba de bruja y la palita recogiendo una pequeña basurita.
Japón es muy limpio, eso quiere decir que limpian mucho también y o ensucian poco. No sería así de limpio, si nadie hiciera el trabajo sucio, o en este caso, un trabajo limpio. Japón es muy educado, eso para mí siempre quiso decir que ellos educan muy bien. ¿Aprendieron la lección de Confucio? Nunca fui a China para ponerlo en perspectiva. Pero la gente percibe que existe una gran cultura de la educación. El propio Dojo es esto: un lugar del Camino es necesariamente un lugar de aprender, y por la definición de Camino, es un lugar de aprender a ver, percibir y vivir la verdad. Recuerdo el epígrafe de mi primer trabajo escrito hecho en Niten para el evento de las "tesis" que era una frase de Van Gogh: "Aprender a leer, aprender a ver, aprender a vivir".
Hay los puntos fuera de lugar en Japón, que también encontré en este viaje, como cuando nos topamos en la orilla del río del primer cooper matinal con basura que parecía que la hubieran tirado por encima del hombro. Platos de plástico, restos de comida, envases rotos y latas de cerveza tiradas en el piso al lado de cenizas de una hoguera. Eso fue shock. La cochinada es inusual en Japón, se añade a otro punto desubicado, que era la señal (el cartel) de no dejar residuos en el lugar y los encontramos un centenar de metros más abajo, ... dicho en portugués! ¡Hay caramba! No necesito ni decir cuál fue la suposición lógica inevitable que la mente preconceptuosamente concluyó en ese momento.
El Google obviamente es infalible y llegamos al hotel, ¡el hotel correcto! Hicimos el chekout, tomamos el tren bala rumbo a la 3er misión. Cambiamos de tren, otro tren, lleno de esta vez, viajamos de pie. Por el Whasapp quien manda noticias es Rocha, antiguo (antiguo es mas bonito que decir "ex") Coordinador de Niteroi, que acabó de llegar a Japón también, para un congreso académico de pocos días. Rocha estudia metereología, desarrolla traquitanas para satélites, presenta fotos de espectros del sol de la NASA y podría estar en la serie The Big Bang Theory.
Chat con Rocha y foto dentro del tren
Ohayou Gozaimassu Senpai Wenzel
Shitsureishimassu
Domo Arigatou por el email que nos fué enviado a todos. Como le había comentado a Senpai en el trabajo, vine a Japón también. Vine a presentar mi investigación y a visitar la universidad.
Estoy a 12 horas de aquí en Fumabashi (provincia de Chiba) y la sensación es increible. Otro mundo. Mucho que aprender.
Quiero esforzarme para un día hacer ese viaje al lado de Sensei, en el "Modo Hard"
Arigatou Gozaimashita
Shitsureishimassu
Rocha
Por lo visto en la serie sería Sheldon: tenía que observar que en el rigor técnico las nubes no son las mismas en Japón.
“Eppure sono uguali” es mi respuesta, para quedarse en el lenguaje nerd y pedir ayuda a Galileo!
Llegamos a otra provincia. Táxi de nuevo. La impresión que tengo es que tenemos suerte siempre con los taxistas aquí. Aunque mas adelante nos tocó un taxista amargado en Kumamoto, para que no parezca esto de ensueño.
3ra misión del día: ¡hecha! Admiro estos checklists de pilotos de aviación, que crean sus procesos para minimizar las fallas, incluso en 10.000 repeticiones. Aquí en Japón hasta el "valet parking" (encargado del estacionamiento del castillo) tiene su checklist y consigue sacar su pluma del bolsillo de la camisa en menos de 0.237 segundos. Seguimos a la misión 4 y poco más de una hora después de la misión 4: ¡hecha!
Volvemos a la estación del tren y almorzamos allí. Un macarrón con huevas de pescado. Mezcla de italiano con japonés. El plato no es grande. No se come mucho. Es la medida correcta. Tanto mejor para nosotros, no quedarse el resto del día lento y cansado, tratando de digerir cantidades innecesarias de comida. Se dice que comer poco, sin exageraciones prolonga la vida. Además, no se puede ir a la batalla con la barriga llena.
¡Sensei está animado esperando que llegen los platos! "Sensei me mira con ojos gigantes, hace una mueca y proclama en tono solemne:" ¡Ganamos el día, sabes por qué !! "SENKI!", Y hace la señal de boxeador luchando.
¡Comparto de corazón la felicidad de resolver muchas cosas! Que bueno es poder viajar por una tierra sin necesidad de ser turista, pero teniendo cosas a resolver. De alguna forma, para mí, los lugares así ganan más vida, más gusto. Puedo saborear mejor el lugar si tengo un propósito productivo a cumplir y tener eso en común con los lugares. No necesito encajar en el papel de pasajero que viene sólo por placer mientras los demás están en la batalla.
¡Resolvemos cosas, así da más gusto, que Maravilla!
Ahora la programación nos indica seguir viaje a otra provincia, hacer checkin en el hotel y cerrar el día con sentimiento y cerveza de misión cumplida. ¡Aquéééla cerveza después de la batalla, que da tanto gusto!
/Pero no sería tan simple. Los 7 minutos adelantados están en la sangre del Sensei ya. Sensei comienza a consultarme si podríamos adelantar la misión del día siguiente y aún encajarla en este día !?
Todavía falta un viaje en shinkansen (tren bala) hasta llegar allí, tendríamos que dejar las maletas en el hotel, y luego el viaje de 40 minutos en coche hasta el lugar. El final del día ya se aproxima, ambos con el "confuso horario" empezando a pesar por la tarde, ya mí me viene sumada la noche anterior pasada en vela. Sensei me deja la decisión a mi, si intentamos adelantar el cronograma, o si sería "ir demasiado lejos"?
Tenemos que tomar unas fotos del lugar, y yo necesito lograr concentrarme en esa tarea. No sería una foto cualquiera. En el tren bala estudio la trayectoria del sol que aún nos queda durante el día y su orientación de acuerdo con el lugar. Sensei y yo verificamos las diversas previsiones meteorológicas disponibles para el final de la tarde. Las posibilidades que ofrece la tecnología son increíbles. Las aplicaciones permiten posicionarse virtualmente en el lugar exacto de la foto y ver dónde estará el sol, por la imagen del satélite ver la probabilidad de nublado. Uff! Los jóvenes apenas pueden imaginar el asombro que esto puede generar para una persona que nació antes del teléfono celular, antes incluso del PC en casa.
Dormimos en el tren bala. Yo siempre recordando de poner la alarma en el celular 10 minutos antes de la estación en la que tenemos que bajar, sólo para asegurarse de no quedarnos dormidos y pasarnos. El tren bala es tan rápido que una siesta de media hora puede ser como en un avión pasarse una nube, e ir a parar 150 kilómetros más adelante. Creo que dormimos en el taxi de la estación al hotel también. A pesar o gracias a las siestitas estamos bien, adelantados y con SENKI: ¡es viable intentar conquistar el quinto objetivo aquel día todavía, sí! ¡Bien, vamos! Tenemos que arriesgar, pues al día siguiente habría varios factores que podrían comprometer la misión. ¡Era mejor aumentar el número de intentos y las posibilidades de éxito! ¡Estrategia, Strategie, Hyoho!
Y funcionó. ¡Al que madruga Dios lo ayuda! (y con la zona horaria invertida, eso es fácil!). ¡Listo! Adiós un día, y viendo para adelante, no hubiera sido bueno hacerlo al día siguiente. Eso si, los Dioses recompensan a quien usa la estrategia!
Misión extra cumplida, somos los últimos que permanecen en el lugar, aislados en el bosque. La señal del celular deja de funcionar y estamos aislados, acompañados de un gato y un monje, que nos socorre llamando un taxi.
Comenzamos el día siguiente con un trote matutinol de nuevo. Ya va a servir de reconocimiento de la ciudad, en el caso del Sensei que viene siempre a Japón para refrescar la memoria sobre aquella ciudad. Estamos en Kumamoto, tierra histórica de samurais, de revueltas, de los levantamientos contra la reforma Meiji, o sea el escenario real de la película "El último Samurai", y los caminos nos van llevando a los muros y al castillo de Kumamoto.
Pasando por la estatua de Kato Kiyomasa hacemos una parada para una foto. Sensei comienza a contar algunos hechos sobre ese Samurai importante, valiente y muy reverenciado en Kumamoto. Yo recordaba que en el interior de su alto y marcante kabuto (yelmo) había pergaminos con el sutra de la Nitiren Budista, pero Sensei ahora está hablando de política, alianzas, las disputas del período previo a la batalla de Sekigahara, las relaciones con el poder y Toyotomi Hideyoshi en el período en que Kiyomasa había sido enviado a Corea, y debía combatir a los mongoles, no son coreanos ... El trote continúa, damos la vuelta en los muros del castillo, subimos la rampa, circundamos el gran parque alrededor hasta llegar a la entrada del Castillo. Es temprano por la mañana, pero el castillo permanece cerrado todo el día, debido a los daños causados por el fuerte terremoto de 2016.
{
Nos refescamos en la fuente del santuario dediacado a Kato Kiyomasa y en la caminata de regreso, Sensei me va trayendo más y más hechos y personajes, intrigas y estrategias, que van tejiendo la historia del poder, de las conquistas y batallas de los samurais del período entre los años siglos XVI y XVII en Japón.
A cada instante entra un personaje nuevo en el tablero, siempre con nombres extraños, nunca oídos antes, completamente resbaladizos para que el cerebro los recuerde. Sensei habla de ellos todos como si fueran viejos conocidos. Cuenta sus historias y luego las historias paralelas, "que la gente no sabe".
Entiendo que los propios japoneses conocen esas historias de forma superficial, con no más de 5 personajes, y con la misma profundidad con la que se enseña la historia o la Independecia en los paises latinoamericanos. Con algunos textos simplistas, anécdotas supérfluas y versiones oficiales aburridas y alienantes. Ya contadas por Sensei, parece un Dostoiévsky o Tolstoi, lleno de personajes (y nombres, difíciles de decorar!), En tramas humanas y estratégicas. Un Shakespeare y sus sinfonías de virtudes y fallas humanas.
Vuelta y media Sensei me prueba para ver si lo estoy siguiendo o yo checo si el samurai en cuestión es el que estoy imaginando, ya que los nombres para mí continúan agenos y resbaladizos como piedra mojada con moho. Comienza a conseguir cierta adherencia al correlacionar las historias con nuestras historias y personajes de Niten. Las muchas sedes, nuestras campañas, nuestras guerras, todo eso también mantiene paralelos con las aventuras de los feudos samurais y asociaciones se vuelven inevitables. Sensei también hace a sus asociaciones, y me revela algunas. Quién es quién, en Niten.
Una historia en especial, entre varias otras, más espectaculares, más políticas y decisivas de grandes batallas yo grabo en mi memoria con más cariño, ya que ella simboliza tan bien esa sensibilidad y pensar en el otro que tanto me impresionan en la percepción de Japón. De cuando Toyotomi Hideyoshi , señor feudal conoce a Ishida Mitsunari, éste en la época aún un joven monje. En un día de estos extremadamente calurosos de verano, Hideyoshi viene a refrescarse en el monasterio, e incluso sin el conocimiento del abad, el joven Mitsunari le trae un bote de té helado. Después de tomarlo y traer alivio al noble señor feudal, incluso sin ser solicitado, el joven le trae una segunda taza de té. Esta vez hay menos líquido, y el té no más helado, ahora se ha servido tibio. Una vez tomado el joven trae una tercera taza de té. Esta vez con menos contenido todavía, pero caliente, en una secuencia que va con mucho sentimiento adecuando lo que se sirve a la experiencia del otro, de satisfacer del cuerpo a la experiencia del paladar hasta el sentimiento y tocar el espíritu, cada cual en su medida.
En la caminata pasamos a lo largo del pabellón que en el terremoto tuvo sus bases desmoronadas excepto una sola secuencia de piedras que aún lo sostiene. Está allí de la misma forma desde 2016. Sensei me llama a descender por un camino barranco abajo para tomar una foto mejor y comenta que aquella visión, aquella piedra solitaria, es como si expresara SENKI! La garra de luchar, combatir. Senki! No renunciar, no entregarse.
Hoy es domingo. ¡Pide la pipa de la paz!
Más tarde cerca del almuerzo volvemos al castillo, hay muchas familias y visitantes, tiendas de comida, recuerdos, un museo, y nos topamos con un grupo de artistas con trajes de samurais a punto de escenificar su performance, cosplay-histórico. Sensei va luego reconociendo por un detalle aquí y allí que samurai está representando cada uno. ¡creó incógnita! Los artistas también están de cierta manera intrigados como fueron descifrados por ese japonés ... pero ... Imagino que los japoneses tal vez queden en general intrigados con Sensei, por Sensei hablar japonés, parecer japonés, actuar como japonés, pero algo estar extraño, indicando que tal vez no sea "sólo" japonés ?!
Después de algunos hechos históricos para aquí y para allá, uno de ellos diverge con Sensei sobre un punto, pero cuando llega el director del grupo, éste confirma de que necesitan capitular. ¡Confirma la versión de Sensei! Sensei está unos pasos por delante, lleno de detalles y es un entusiasta del tema. Incluso el actor que estaba marcando ese punto, según Sensei, el debería estar conociendo esto, para representar mejor a su personaje. Hay! Tomamos una foto para sellar la paz y nos regalaron un souvenir.
Al final del día saltamos la cena, Sensei se queda en el hotel y yo salgo para pasear aún en la noche del domingo. Es el final del fin de semana. Después de que se oscurece, las calles quedan vacías en Kumamoto, pero hay una calle peatonal cubierta, especie de galería, que está apiñada de gente. Jóvenes, no jóvenes, parejas, grupos, volviendo de la fiesta, volviendo del paseo. Me siento en un banco y aprovecho para ver la vida pasar y calmar la mente. La gente cuando va a otro lugar, otro país, tarda un tiempo para llegar. Si nos quedamos sólo corriendo hacia arriba y hacia abajo, es como si se demorara más para llegar.
Parece que Japón hoy en día há perdido la capacidad de asombro, está menos sorprendido con la tecnología que hace 15 años. En aquella época había mucha "gracia" en las tiendas, en la calle, en todo lugar con tecnología, y parecía que la sociedad estaba ávida en mostrar para sí misma cómo ella dominaba y disponía de las últimas novedades en electrónica, informática, etc. Llamaba atención como todos estaban asombrados con el celular.
Ahora estamos todos más acostumbrados ya, creo que tanto ellos como nosotros. Todo eso no llama tanto la atención, y la tendencia ahora es volcarse para las personas. Me parece bueno si estamos regresando a eso.
Al día siguiente en Hiroshima, al final de un día lleno, llegamos muy tarde al hotel y salimos en busca de un lugar todavía abierto para cenar. Aquí todo cierra muy temprano. Estamos en la primavera y la temperatura es más que agradable, fresquito, pero se puede salir sin abrigo. Caminando en la calle comentamos Sensei y yo, lo agradable que es caminar así de despreocupado.
La sensación es la misma que tuvimos por la tarde, cuando estábamos en un bosque, también con el Kamae desarmado, y un ciervo llegó hasta al lado de Sensei. "Señal de Suerte" según Sensei. Yo imagino. Un ciervo al lado es señal de Armonía, con todo a su alrededor, ¡Suerte y Armonía tal vez sean sinónimos!".
Aquí es tranquilo, es seguro. No sólo en el bosque, estamos en el centro de la ciudad ahora, al lado de la estación. Es realmente muuuuuy seguro. Podemos caminar con el Kamae asiiii de desarmado. Imagina caminar el lunes a las 8:30 PM en las calles al lado de la Central de Brasil, o en Río, o de la estación de la Luz en San Pablo (lugares céntricos, pero de altísimo riesgo en la seguridad en las principales ciudades de Brasil). Esta enorme cantidad de energía que dedicamos a un Kamae, aquí se puede ahorrar. Podemos pensar en otras cosas. La mente puede calmarse en desvaríos.
En una tarde en el tren local, siento de nuevo esa paz extrema, e imagino esa energía toda siendo acumulada, ahorrada, para ser despejada en un entrenamiento lleno de energía en el Dojo. Sí, pues no es porque no entrenan a un Kamae cerrado ininterrumpidamente cuando están en la calle, que el japonés está menos entrenado para soltar un Kiai poderoso en el Dojo! Claro que el entrenamiento constante fortalece. Pero siempre, sin pausa, también estresa, fatiga y agota? Tal vez?! ¡Hay Caramba!
Aquí en Japón, cada momento nos trae una reflexión estimulante. Tengo que tomar nota siempre rápido en el cuadernito, pues 30 segundos ya es suficiente para que el pensamiento se pierda en otro pensamiento o reflexión, y olvidar la anterior. ¡Ahí queda esa sensación terrible de haber olvidado una idea! El "confuso horario" debe ayudar en esto.
Los restaurantes están cerrando, Sensei se adelanta unos pasos delante mientras me quedaba atrás tomando nota sobre los kamaes. "En Japón las personas tienen mayor conciencia del tiempo, de los minutos: 1 minutos, 2 minutos, 6 minutos, 7 minutos. Todos corren más, dan más valor al tiempo ... ". Es verdad. Aquí 6 minutos es diferente de 7 minutos !, la gente siente cada segundo pasar con más atención. Es como los granos de arroz, aquí doy una atención enorme a cada uno! Parece que cada uno ha sido preparado, lavado y cocido por separado. Están todos siempre brillantes, perfectos, en forma, textura, tamaño. Usted no deja ningún grano si se le caen del pote o sobre la tabla de sushi, tal como los minutos de la vida.
Llama la atención, en comparación a Brasil, las cosas aquí son zack, zack! La persona, hace, agradece, y se va. Sigue la siguiente. Sin perder tiempo.
Pasamos frente a una tienda de conveniencia y advetí un grupo de 5 jóvenes en bicicleta convergiendo a alta velocidad directamente unos contra otros y todos contra el cristal de la tienda! En el segundo siguiente, no sé cómo, esa multitud se resolvió y todos ya apoyaron sus bicicletas una del lado de la otra y ya estaban entrando en la tienda entrando por los pasillos buscando algo. Los transeúntes todos siguiendo su rumbo inquebrantable. Quince segundos después, descubrieron que no había en la tienda lo que buscaban y ya estaban andando en bicicleta en la calle nuevamente.
Sensei a veces tiene una visión más crítica de los jóvenes en Japón. En una estación de barco he anotado en el cuaderno de Sensei que comenta sobre los jóvenes con mirada de peces muertos. En un autobús, la crítica a los jóvenes sentándose a sus anchas en los bancos, sin fijarse si había personas mayores de pie, u ocupando el espacio para los demás. Pero principalmente su lectura de que están todos así los jóvenes en Japón, en sus trayectorias siendo preparados para convertirse en robots, autómatas de la sociedad, de la molienda de carne de Japón. Volviéndose robots y encaminándose hacia el "matadero".
Intento no confundirme al ver a los jóvenes en Japón y compararlos sólo a los jóvenes del "Colegio Etapa" en Brasil (colegio de clase media alta de la Vila Mariana en San Pablo, masivamente frecuentado por los hijos de la colonia japonesa.) Allí en el Etapa están también yendo para "el matadero" del examen de admisión a la Universidad tal vez. Pero nuestro matadero del joven común en Brasil es otro probablemente, en el contexto general. Nuestro joven brasileño es el que corre el riesgo de ser atropellado por el tráfico y / o que es negro, pobre y será asesinado por la policía. Matadero por matadero, nosotros también los tenemos.
Sensei comenta del reportero Yamagata, japonés, relativamente joven, residente en Brasil y que está escribiendo una serie de materias sobre Niten para el diario Nikkey de San Pablo. Sensei cuenta cómo ese reportero japonés está justamente encantado con la historia del Instituto y de Sensei, porque Sensei logró, contra todos los paradigmas de la sociedad japonesa, hacer lo que quería! ¡Cómo Sensei logró escapar del formateador de gente!
La fórmula “Uenzel”, es siempre aquella: “Disciplina y Fiesta!”.
Sí, disciplina y fiesta: en este viaje, estamos haciendo muchas cosas en pocos días. Con el ritmo del Sensei, enmendamos una cosa detrás de la otra. El ritmo es fuerte. Y eso todo no sin tener siempre un espacio para la cerveza, al final del día, un baño en el onsen, o un momento de reflexión y siesta. Pero el ritmo es intenso. Sensei está siempre tirando hacia adelante, para adelantarnos en el tiempo.Quedo imaginando este viaje con un grupo, sin esa llama en el liderazgo, sin ese ,SENKI, como cuando en una caminata, todos los integrantes parecen estar disputandose entre si quien camina de forma mas relajada y menos ansiosa por llegar, demostrando mas "coolness" y estirando más la columna hacia atrás, frenando el avance.
¡No aquí con Sensei, aquí la gente incluso corre!
"Sabe Uenzel, hay gente que tiene vergüenza de correr. Tuve una época que pensé que con la edad la gente tiene que dejar de correr. Pero después, vi que no. No tengo vergüenza de correr. ¡Corro incluso! ¡Eso me mantiene joven!"
En el autobús, justamente sentados apretados entre los jóvenes, y Sensei termina la conversación sobre el asombro del reportero japonés como Sensei escapó de la jaula, comentando que es por eso que aparecen practicantes de otros profesores, queriendo ingresar en Niten como segundo Dojo, para aprender aquí también, y con ello por regla general traer confusión y cuestionar los valores de Niten trayendo la cultura masificada, Sensei no quiere perder más tiempo con eso. Mejor no venga. Por eso, enmienda Sensei, aquel practicante que envió correo electrónico y del que hablamos el día anterior, mejor que no venga Sólo nos quita de nuestro camino. No fue sin luchar que Sensei logró escapar.
Cuando bajamos del autobús acabamos pasando también en una tienda de cosas locas. Baratijas, baratijas, Llaveros y baratijas. En el momento en que intento encontrar algo para llevar de suvenir al personal en Brasil, y recorro la tienda algunas veces (aún sin encontrar los Llaveros), Sensei ya se está divirtiendo en un escaparate de pines (pinns), con mensajes inusitados. Está allí eligiendo, encontrandole gracia sobre uno y otro que llevará a varias personas. ¡Sea porque cae como un guantazo, o por la ironía!
“Yasashii Senpai”, “el Senpai buenito” me regala un Pinn (Hasta ahora nadie tuvo el valor de decirme si fue por ironía o no.)
“Yasashii Senpai”
¡Sensei me va mostrando los otros que ya escogió! ¡Da risa!
Por fin, Sensei encuentra uno que escoge para sí mismo.
"¡Soy libre!"