Hace 500 años, el maestro Miyamoto Musashi ya decía que las dos espadas eran imbatibles.
Hace 5 años, tengo constatado que esta no es una verdad absoluta.
De cualquier forma, dominar Nito (dos espadas) y la Karin (bola de fuego) es como tener en la mano el cuchillo y el queso.