Existe cierta ansiedad para todo aquel que resuelve inicial en alguna práctica marcial.
Lo surreal del asunto llega al punto de que en regiones distantes de las grandes capitales, se llega a permitir una lucha "libre" entre usted (que se acabó de inscribir) y un cinturón marrón. Surreal.
Siendo así, lo invito entonces a ver lo que pasa aquí en el Templo de los Samuráis (y no en un gimnasio).
Un lugar donde usted aprende a vivir como agua, luchar como el fuego y respirar como el árbol.
Como nos muestra el video, "Vamos a ver lo que resulta" :