"Lo mínimo, frustrante. El alumno debía ser muy hábil" - pensará usted.
La verdad es que no era alumno, sino alumna.
Y mire que no encajó ninguno:
"La naturaleza posee una regla básica para los carnívoros: para que un animal sobreviva, otro debe morir. El depredador desarrolla técnicas infalibles para comer y permanecer vivo, mientras la presa... bueno, la presa corre.
En un momento del último entrenamiento, Sensei tomó las dos espadas y las apuntó en mi dirección. Este Kamae (posición de combate) se llama Nito Migi Waki, una postura de combate contra la cual nunca luché. Por lo tanto, mi primera reacción fue estudiar el Kamae buscando los puntos abiertos. Como nunca tuve éxito, intenté encontrar un medio de desarmar el kamae atacando, pero todos los intentos resultaban en contragolpes certeros.
La lucha seguía y los resultados de mis intentos de ataque eran cada vez más frustrantes. De repente, Sensei preparó el Kamae y comenzó a caminar en mi dirección lentamente. En aquel momento el parecía extremadamente amenazador y yo, por instinto , retrocedí.
Era un ratón en frente de una víbora, consiente de la mordida mortal, buscando desesperadamente una salida, pero con los ojos fijos en su depredador, temiendo que cualquier desvío en la mirada desencadenase la picada. Mientras tanto el roedor retrocedía, aun intentaba buscar un medio de desarmar el ataque. La concentración en el ataque era tan grande que solo se dio cuenta que estaba acorralado cuando sintió la pared en su espalda. Colapsé." - Tais
Aunque haya sido una mañana fría (y tal vez la última del año), la cual
El grupo de las 7:30, de Katori, pudo vivenciar un poco del Kangeiko (entrenamiento de invierno) realizado en Japón
Iai, Kenjutsu y Kir Joven calentaron el dojo matando el frío.
Luego que terminamos el entreno, tomamos el coche y cruzamos la sierra. Acá en Niten, cuándo se dice ‘sierra’ o se refiere a la Sierra de la Cantarera o a la Sierra del Mar.
Esta vez, se trataba de la Sierra del Mar. Destino: Unidad Santos.
Este fue un día que, a pesar del viaje relámpago, nos reímos mucho.
Mira:
“Ver a Sensei por la primera vez en esos primeros meses desde mi ingreso en el Instituto Niten me hizo tener aún más ganas de trillar el Camino.” – Erick
“La energía de las personas en el entreno me pareció elevada y creo que estaban firmemente comprometidas en hacer lo mejor y lo correcto.” – Hada (Unidad Santos)
“De una cosa estoy seguro: ¡Entrenar, entrenar y entrenar! Eso es lo menos que puedo hacer por Sensei y por los compañeros de Niten. Mi esfuerzo, así como lo de todos, ayuda en el perfeccionamiento de la técnica, de la serenidad, de la seguridad (evitando accidentes y sapitos) y el fortalecimiento del dojo.” – Humberto (Unidad Santos)
“Una vez tuve la oportunidad de viajar con Sensei y entrenar como un visitante pero esta vez pude ver el ‘otro lado’, entrenar como un anfitrión, junto de todos que entrenan en Santos.
Es cierto que hemos aprendido mucho ese día, pues las correcciones de Sensei tienen la capacidad de iluminar nuestra comprensión de las técnicas, además de hacernos enfocar aún más. Si bien no he vestido el bogu completo, he aprendido mucho, no solo de la parte técnica sino también de la manera de trasmitir esas técnicas a los que están empezando en el Camino. Agradezco a Sensei. Agradezco a Sensei y a los chicos por la visita.
Sudamos, gritamos, nos echaron broncas, aprendemos y nos reímos mucho.
¡Tuvimos realmente una linda tarde!” - Hideki
“Durante la semana que estuve entrenando en São Paulo, me acordé de muchas situaciones pasadas que han adquirido nuevas luces para orientar el futuro.
En una de ellas, después de una presentación en la Librería Cultura en Brasilia, una chica se acercó de uno de los monitores y le saludó. “¿Te ha gustado la presentación?” Preguntó el monitor a la persona que le era conocida. Ella contestó: “Muy bonita. Es una pena que sea tan belicista.” Delante de la expresión pasmada del monitor, ella empezó a referir un discurso acerca del estímulo a la violencia, etc.
Es difícil explicar lo que es la espada que da la vida a quienes no están preparados para consumir la galleta fina que es ofrecida a aquellos que hacen el camino. Y muchos que lo siguen, no lo comprenden. Así son los casos de quienes, quizá heridos en su propio ego, no perciben que esta parte de nosotros es el verdadero enemigo. Y, atascados en la lama de la auto-compasión, se revuelven creyendo libertarse pero sólo estimulan la espiral de odio que determina la rueda maldita que gira siempre al mismo lugar.
Sensei afirma:
-“No tienen consciencia de que este es el camino de la infelicidad, y del fundo de su frustración, intentan escupir en la porcelana que les alimentó”. – Cunha (Unidad Brasilia)
En palabras simples: No son todos los que comprenden el verdadero camino.
Los que no comprenden son como aquellos que se dejan llevar por el canto de las sirenas. Pierden tiempo con entrenamientos agotadores que les permiten coleccionar medallas y graduaciones. Y, cuánto más se gradúan, menos dejan de vivir.
La familia, los hijos, los nietos y aún su religión es olvidada (lejos de hablar como un monje). Cuándo se despiertan (si se despiertan), perciben que sus 20 años han pasado en vano.
Hay también los que (y eso le va a traer a la miente alguna escena de película de Hollywood), como aquella pareja que se rompe, uno de los ex compañeros sigue yendo detrás del otro e incluso le calumniando.
¿Pero por qué lo hace si ya ha encontrado otra persona?
Hay dos posibilidades: la primera, aún le gusta su ex compañero (y para eso no hay solución), la segunda, la nueva relación no es lo suficientemente bueno pues, si fuera, el antiguo sería dejado de lado y la persona iba a ser feliz…
Cualquier que sea la situación, todas son actos indignos de infelices escupiendo a la porcelana que les alimentaron.
Oiga con atención a esta canción y ten cuidado para que no seas infeliz, tampoco objeto de burlas:
La canción:
“Cómo te voy a dejar si te quiero Sé que mi vida va equivocada Que he dejado muchos errores, muchas fallas Quizá este caminando en líneas tuertas, Pero te sigo amando y es lo que importa Pero no eres la ruta principal Y toda estrada tiene un final Lo que quiero saber es… Cómo te voy a dejar si te quiero”
He percibido que, aunque hayan pasado tantos años, la filosofía, la cultura y, principalmente, las enseñanzas trasmitidas por Sensei Jorge Kishikawa, permanecen inalterados. Lo que cambia es el tiempo, los acontecimientos acerca de nuestras vidas. Entretanto, durante los dos años iniciales de NITEN en Sorocaba, aún me habiendo alejado de los entrenos debido mi trabajo, lo que retuve del contenido y de la estrategia en los entrenos me fue muy útil en mi cotidiano, tanto a nivel profesional como personal.
Para aquellos que no están acostumbrados con la cultura japonesa, no oír siempre a las palabras de alguien que tiene lo que decir puede llevar un significado más grande, ya que en nuestra cultura occidental, una grande parte de las personas desprecia la reflexión interior que lleva a cambios en nosotros mismos. Y eso ocurre porque no es siempre que estamos dispuestos a reconocer a nuestros defectos como el primer camino a ser seguido.
Hoy, entrenando Iaijutsu, después de ser valuado por Sensei, tuve un buen desempeño inicial, pero por cuenta de un error en la empuñadura de la espada, volví a cero. Como debe ser. La mirada clínica de Sensei no deja pasar nada. Por lo tanto, si cometemos un error fatal, la vida nos enseña que no podemos tener una segunda chance si no estamos atentos al oponente.
Y fue así que, entre un puente que separa los 10 años del inicio de los entrenos del momento actual, me he dado cuenta que la cultura Niten me ha añadido mucho, en mi manera de vivir, pensar y actuar.
Pero aún es necesario aprender más y oír a las sabias palabras de Sensei.
Domo Arigato Gozaimashita” – Galhardo – Unidad Sorocaba
Entró en el portal.
En adelante será un Camino no solo de flores, sino que tendrá espinas, piedras y pendientes empinadas. Independientemente de la religión o creencia, este "bautismo" tiene como objetivo volverlo consciente y responsable por el gran rescate y manutención de la tradición de los guerreros samuráis, donde el ego y la pereza no tienen oportunidad en ningún lugar.
Y, cuando el alumno es adepto de alguna religión, sea esta budista, católica, candomblé, musulmana o cualquier otra, al entrenar en el templo de los samuráis, este se vuelve más fuerte como guerrero y más fervoroso en su fe.
Sin dejar de lado la compasión y tolerancia con todos.
Niten ayuda en la fe y viceversa.
Revise el testimonio de un recién graduado a cinta naranja en Kenjutsu:
"Entré en Niten el mismo año en que me convertí al Islam y puedo decir que mi madurez como musulmán se fue dando al tiempo con mi camino en Niten.
No solo en cuestiones de conducta, sino hasta en la misma metodología. Tenemos como ejemplo la preservación de conocimiento que nos llega a través de Sensei y tiene una línea de transmisión ininterrumpida hasta Musashi Sensei. De la misma forma funciona en la religión, donde el profesor que nos enseña aprendió con otro profesor, y esta línea sigue hasta llegar al profeta Mahoma (saw). Sin contar lo mucho que los Momentos de Oro me ayudan a asimilar algo en la religión, y viceversa.
De cualquier forma veo que ambos caminos tienen enfoque en la preservación de la dignidad humana, y puedo decir que Niten me ayudó a ser moderado.
Es difícil de encontrar un ejercicio que mantenga el cuerpo, mente y espíritu saludable como lo hace el kenjutsu. Y así esta siendo mi camino, con el permiso de Allah. Alabado sea Allah, el Señor de los mundos.
Y a Sensei, Domo Arigatou Gozaimasu" - Igor (Unidade Sumaré)
Yo, que soy un alumno con un mes de experiencia, creo que fue exactamente lo que buscaba para mí. Yo no buscaba un arte marcial pero sí el contenido, y eso fue
Estuve la mayor parte del tiempo conversando con los alumnos y haciendo parte de las actividades del Gashuku. Lo quise hacer justamente porque creo que conociendo a los alumnos podría conocer al maestro.
Ingresé al Niten con el objetivo de un día, quizás en esta vida o en la otra, volverme un maestro, y ese Gashuko me ayudó a revivir mi sueño una vez más haciéndome sentir más confidente.
Espero un día poder retribuir a todos la experiencia que tuve, ¡y me pongo aún más feliz cuándo pienso que este es sólo el comienzo!" - Pinto (Unidad Rio de Janeiro)
Estas palabras superaron mis expectativas y vas a entender el motivo:
Primero: Porque era de esperar que el motivo mayor hubiera sido la busca por luchas, katas y todo lo que tomamos por ‘arte marcial’. Pero no: Él buscó un algo a más que no fuese el arte marcial: CONTENIDO. Y lo encontró.
Segundo: Nosotros todos, en ciertas etapas de nuestra vida tenemos nuestros sueños apagados.
Problemas acontecen y si no tenemos una ‘brújula’ o una fuerza mayor, desistimos.
'Ayudó a revivir mi sueño', pensándolo bien, este Gashuku le fue TRANSFORMADOR.
Es motivo para ponerse alegre. Sensacional.
Creo que en un primer momento estábamos más preocupados con las defensas y golpes sin espada y aún mismo con la seguridad de nuestros colegas.
Con Sensei y senpai Yoshimitsu revisando los katas, nos orientando y mostrando los detalles de postura de los golpes junto a las articulaciones, y cómo sacar la espada, poco a poco los katas comenzaron a tener sentido y a funcionar. Al final, ya no dejaba la espada resbalar de la vaina y tenía más cuidado en mantener la distancia de la espada de mi colega.” – Ana Lucia (Unidad Ana Rosa)"
“Como un relámpago, Sensei desvía del golpe mortal, agarra el oponente y, anulando la gravedad a su alrededor, arroja el enemigo al suelo sin conceder el tiempo para la reacción y finaliza sin piedad con la espada corta. Memorable es lo que fue la ejecución de los katas, las técnicas de torsiones y arremetidas que fueron mostradas solo evidenciaron que el camino del guerrero es longo y que necesitamos entrenar, entrenar y entrenar para, quizás en un futuro distante, hacer con que solamente las leyes de la física se vuelvan nuestro maestro inalcanzable.” – Siqueira (Unidad Santos)
“Además de las técnicas, del estilo del tai-a-tari y de los golpes más precisos, el punto alto fue las 2 horas de Kogusoku.
Un entreno cansado, que exige concentración y disciplina. Un pequeño diferencial esta vez fue el auxilio del Profesor Yoshimitsu a Sensei. Nuestro pequeño Profesor, atento a todos, ha engrandecido nuestro entrenamiento.
Existe cierta ansiedad para todo aquel que resuelve inicial en alguna práctica marcial.
Lo surreal del asunto llega al punto de que en regiones distantes de las grandes capitales, se llega a permitir una lucha "libre" entre usted (que se acabó de inscribir) y un cinturón marrón. Surreal.
Siendo así, lo invito entonces a ver lo que pasa aquí en el Templo de los Samuráis (y no en un gimnasio).
Un lugar donde usted aprende a vivir como agua, luchar como el fuego y respirar como el árbol.
Como nos muestra el video, "Vamos a ver lo que resulta" :