Llegamos temprano (7:00 AM) al dojo (lugar de entrenamiento)
(protectores). Separé mis shinais (espadas de bambú), agarré la tachi (espada larga) y
fui al encuentro de Sensei.
Después de una revisión de todos los kamaes (posición de guardia) con itto (una espada), en la que todos los
golpes de Sensei parecían pasar por mi espada como si esta no estuviera y cuando
yo entraba en el maai (distancia) de Sensei para atacarlo, tomaba un contragolpe certero, cambié
a Nitto (dos espadas) y Sensei continuó con Itto.
En cierto momento, Sensei hizo un movimiento rápido que derribó mi kodachi
(espada corta) al piso de forma tan excepcional que mi reacción no fue otra sino
de espanto. Al girar para Sensei, el, sonriendo, se preparaba para dar el ataque final
aprovechando que mi guardia estaba abierta a causa del espanto.
Recordando la lucha no consigo dejar de pensar en Sensei como un león.
Su patada fue tan certera que derrumbó su presa con un solo golpe. El detalle son sus
garras, que retráctiles, solo aparecen en la hora del golpe, y no solamente de fuerza bruta.
Así, como Sensei no usó solamente fuerza bruta, la técnica de Sensei fue certera, me tomó
algunos segundos percibir que mi kodachi ya no estaba en mi mano, fue cuando
Sensei aprovecho el momento para terminar la lucha." - Ferreira (Unidad Brasilia)
Este relato es interesante por responder, de una manera un tanto metafórica, lo que
el Hidensho (los secretos para ser invencible) puede producir.
No, no se trata de noquear 10 o 20 veces seguidas al oponente.
Primero: "pasar por la espada del oponente como si esta no estuviera".
Segundo: "derribar la espada de forma excepcional".
Cuando se llega a la maestría en esta arte (9º dan de Kenjutsu combate), fenómenos
extraños y excepcionales ocurren durante el combate: es la manifestación del Hidensho.