Artículo publicado en el Diario del Grande ABC - Domingo, 2 de febrero de 2014
"Jorge Kishikawa nació en São Paulo, visita Japón hace mas de 25 años. Allá
convivió con los últimos samuráis y tiene en su currículo mas de 40 años
de entrenamiento con la espada. Es de la décima generación del estilo de Miyamoto Musashi.
De familia japonesa, comenzó a interesarse por los valores de allá desde muy temprana edad. Buscó
personas obstinadamente y decidió convivir con los maestros. "Verlos realizando
una determinada tarea con perfección, intentando diversas veces hasta conseguirlo, acaba
contagiándote. Es aquella vieja frase: 'Dime con quién andas y te diré quién eres'. Yo
anduve con ese tipo de personas", explica.
Kishikawa comenzó a convivir con los maestros a los 19 años, cuando realizó un entrenamiento
intensivo por casi un año en Japón. Requirió pausar su curso de medicina para rodar
con varios maestros y conocer la personalidad de cada uno. "Después de los entrenamientos, me quedaba
acompañándolos, tomaba café, almorzaba y oía las historias que los padres y abuelos les contaban",
recuerda. Según el Sensei, con la convivencia es que se aprende a sentarse, mirar,
comer, oír y hablar de la forma correcta.
A pesar de que los samuráis no se comporten como guerreros desde 1868, Kishikawa es
considerado uno, no por guerrear, sino por seguir esa filosofía de vida en tiempo
integral. "Hace algunos años, dejé de trabajar como médico para dedicarme
integralmente a la espada"
El Instituto Niten existe hace mas de 20 años y se expandió por el simple hecho de encontrar
'locos' como él, personas brillantes que creen en la filosofía y llevan en frente
el trabajo en otras ciudades. "Siempre tuve en mente que mi vida es ir para adelante,
haga sol o llueva. No considero lo que hago como trabajo. Es mi pasión. Las personas
vienen hasta nosotros y, después de pasar un tiempo conmigo, no quieren dejar de entrenar. Entonces,
quieren entrenar en su propia ciudad".
El aparte del artículo donde se lee:
"Buscó personas obstinadamente y decidió convivir con los maestros. "Verlos
realizando una determinada tarea con perfección, intentando diversas veces hasta conseguirlo,
acaba contagiándote. Es aquella vieja frase: 'Dime con quién andas y te diré
quién eres'. Yo anduve con ese tipo de personas", explica.
Kishikawa comenzó a convivir con los maestros a los 19 años, cuando realizó
un entrenamiento intensivo por casi un año en Japón. Requirió pausar su curso de
medicina para rodar con varios maestros y conocer la personalidad de cada uno.
"Después de los entrenamientos, me quedaba acompañándolos, tomaba café, almorzaba y oía las
historias que los padres y abuelos les contaban", recuerda. Según el Sensei, con
la convivencia es que se aprende a sentarse, mirar, comer, oír y hablar de la forma correcta."
Adquirí conocimientos que hoy en día ya no se ven, oyen y no se hacen mas.
Ni aquí, ni allá en Japón.
Explico:
- Aquí, porque los descendientes, lejos de su tierra natal, no tenían acceso a este tipo
de cultura. O sea, crecieron con "cara de japoneses", pero en el fondo eran como
ciudadanos que nunca habían estado en Japón.
- Allá en Japón, porque ya después de la segunda guerra, Japón fue perdiendo su identidad (por
imposición americana) y los jóvenes (hoy señores de 60 y 70 años) estaban mas
interesados en absorber al cultura americana que en preservar la nipona.
Entonces este era el escenario: en la década del 80 y 90 allá estaba yo. Solo "remando contra
la corriente" en busca del pasado, de la forma como está escrito en el artículo.
Pasaron algunos años y Niten creciendo, tuve que escribir el Shin Hagakure, una
especie de reglamento interno para nuestros alumnos, pues unificar los pensamientos,
sentimientos y actitudes era necesario. El Shin Hagakure, superando nuestras expectativas,
fue bien recibido hasta por el público en general. Gente que no entrenaba y novatos que no
conocían la cultura japonesa me enviaban mensajes de agradecimiento y alegría,
simplemente por haber sido transformados por el libro.
La sorpresa llegó ahora, el mes pasado, cuando recibí un mensaje de nuestro noble
patrocinador, General Akira Obara, para conversar sobre el Shin Hagakure.
Para no prolongarme, voy a resumir lo que el dijo:
"Estuve leyendo el Shin Hagakure y vi que es un libro profundo en lo relacionado a la cultura
militar. En la cultura militar, tenemos el R2 - Contingencias y Honras, es el reglamento
donde está escrito como comportarse cuando se está acompañado de superiores e inferiores,
además de la forma de llevar a cabo una misión y otros asuntos. Veo el Shin Hagakure siendo como
un "R2" que va a fondo en las actitudes y que todos nosotros, principalmente
descendientes de japoneses y también militares, deberíamos absorber.
Mis felicitaciones, me asombro al saber que Sensei consigue llevar estas
enseñanzas a sus alumnos, pues hoy en día no debe ser nada fácil..."
Sí. Es profundo porque no fueron apenas 25, como esta escrito en el artículo, más de 30 años.
30 años al lado de los Últimos Samuráis y casi una vida entera para escribirse en un
libro.
Y, no. No es nada fácil, pero a esta altura del campeonato, cuando el mundo no puede
cambiarme más, continuaré intentando yo, cambiar el mundo...