Los alumnos aquí de São Paulo ya están
exceso son malos.
También me escuchan decir que la ausencia de ellos lleva al marasmo y la pereza
de un samurái.
Lo ideal es uno en el primer semestre y otro en el segundo.
Y en estos, es necesario ir a luchar.
Al terminar el torneo, recibí con satisfacción, las palabras de una alumna dedicada
que raramente falta a los entrenamientos:
"Sensei siempre comenta que el torneo son momentos en el que todo puede suceder. Solo que
en esta oportunidad sucedió conmigo!!
Erré el kata, golpee la katana en el piso, pisé el hakama (pantalón), se enroscó el saya (vaina)
y debo haber cometido otros deslices que ni me di cuenta. Pudo ser por exceso de ki
(garra), nerviosismo... El hecho es que mi espíritu estaba agitado y mi desempeño
individual dejó mucho a desear.
Al contrario de mi, mis colegas de equipo estuvieron mucho mejor: Sempai Fukuta, Leite,
Siqueira y Coutinho. Ellos si consiguieron tener un buen desempeño y mantener el control
emocional en los shiais. El colectivo superó lo individual.
Ahora es aprovechar para aprender con los errores y, principalmente, fortalecer el espíritu.
Habrán otras oportunidades de colocar las técnicas y el espíritu a prueba y no puedo
cometer los mismos errores" - Ana Lucia Pieri (Unidad Ana Rosa)
Al contrario de los maestros que ven en su alumno una "gallina de las medallas de oro",
me puse muy feliz al ver mi alumna errar. Y mucho.
Al contrario de lo que muchos imaginan, estamos, mi alumna y yo, felices por este
gran día.
Este soy yo. Este es Niten.