Tradução: Cristian Garrido - Chile
Es bastante difícil resumir en una frase los que sentí en el Gashuku. Defino el antes,
durante y el después de estar junto a todos en Rio, y claro, principalmente, en la
presencia de Sensei.
Antes: una mezcla de ansiedad, excitación y euforia. El durante fue como si un rayo me
hubiese golpeado, mi mente y cuerpo estaban en estado de shock, no había cansancio
ni dolor, ni recuerdo de cansancio ni de dolor; hace mucho que no me sentía así; estaba
atento a todo, a los detalles, a las enseñanzas.
También destaco la presentación de Sensei y de su hijo. Fue muy bonito y bastante
motivador sentir el cariño, el respeto y admiración de ambos; nos mostró como
debemos comportarnos.
Sinceramente muy hermoso. Y después, en presencia de Sensei. Me sentí muy honrado
de haber sido presentado a él y a su familia por senpai. Es una presencia y una energía
muy grande!
Al pedir un autógrafo en sus libros, para Duda y para mi, otra gran enseñanza que
llevaré conmigo siempre: “Senki: sea en los días de guerra, sea en los minutos de paz”.
Volví a Frigurgo bastante revitalizado!
Domo Arigato Gozaimashita a Sensei Jorge Kishikawa, a Senpai Wenzel y a todos en
Instituto Niten.
Sayonara
Agustin - Friburgo
“Hace un tiempo estaba pensando sobre las personas, sobre los brasileros a decir
verdad. Empecé a observar bastante el comportamiento de otros en el bus, en el metro,
en la calle, etc. La verdad es que por más honestas y honradas que ellas sean, no
comprenden cuan importante es la vida y que el tiempo pasa rápido, que una broma
que produce risas puede ser más importante que una reprimenda o una advertencia. El
tiempo es algo tan preciado. Me aseguré de estar atento a cada detalle, más aún cuando
Sensei no hablaba.
En cada corte, cada lucha, en cada paso mantenía el máximo de atención. Durante
el entrenamiento con Sensei pude probar la lucha con alguien imbatible. Me dio
comprensión.
El momento de Oro fue suave e implacable como el viento. Como un regalo, tuve un
sentimiento fuerte, parecido al que tuve cuando leí por primera vez el texto al reverso de
nuestra tarjeta.
No existe ninguna duda: el Bushido es claro y quien camina en él, debe ir adelante y
recto.
Fue un día con banda sonora de cierre, volviendo a casa escuché en la radio de un auto,
un verso de una canción de “Paralamas”: “Sólo quiero saber lo que puede salir bien. No
tengo tiempo que perder”
La gran lección del día.
Domo Arigato Gozaimashita Sensei
Monedeira – Rio de Janeiro