Ayer fui invitado a hacer la apertura del 3º Foro de Recursos Humanos promovido por la Asociación Paulista para el Desarrollo de la Medicina.
El tema a ser abordado durante los dos días:Calidad de Vida y el colaborador como compañero y agente transformador de las instituciones filantrópicas de salud.
Querían saber cómo Niten mejoraba la calidad de vida de nuestros alumnos.
Hace 27 años, ya les decía a mis colegas de la antigua Escuela Paulista de Medicina (actualmente UNIFESP), que era necesario repensar los moldes que hacían parte de nuestra rutina para mejorar nuestras vidas.Sea en la facultad, sea en el mercado de trabajo.
En aquella época, yo tenía la costumbre de llevar mi espada a Atlética (tipo gremio estudiantil) y entonces empezaba mis entrenamientos.
-Una “arte marcial” más – decían.
Algunos pocos que llegaron a oír mis palabras al final de la tarde, después de las pruebas, se acordarán que la espada que yo cargaba era más que “una arte marcial más”…
Arigato a todos que participaron de la realización de este evento.
Sentí que desde ayer, aunque imperceptiblemente, la Medicina ya no es más la misma.
“Hoy por la mañana, al entrenar con Sensei, pensé que el entreno iba a ser como los demás:Normal.
Yo atacando, y Sensei contraatacando mis golpes, o atacando directo, y yo sin chance de reacción. Aunque diferente, en lo que se refiere al contragolpe y ataque, Sensei seguía siendo el mismo.Pero la manera de atacar y contraatacar fue muy diferente.Primer, porque Sensei utilizó un kamae (posición) de Nito (dos espadas) que yo nunca había visto antes.Segundo, porque casi no alcanzaba a ver los golpes que me eran aplicados.Luché en varios kamaes contra Sensei, siempre intentando estar en kamae opuesto al que Sensei utilizaba en el momento.Pero ninguno de ellos tuvo resultado.
Y por eso resolví hacer el Jodan (punta para arriba), el kamae que tengo mayor afinidad, y por el cual las personas me conocen en Niten y al cual senpai Wenzel le dije el apodo de “Jodan más rápido del Oeste”, a ver si le llevaba alguna ventaja a Sensei.Pero una vez más fui completamente incapacitado.
El raro es que siempre veía a los kamaes que Sensei luchaba, y entreno con algunos de ellos, pero aún así no logré hacer nada.Incluso llegué a comentar con Sensei en la mitad del entreno que él se asemejaba a un escorpión, desde el punto de vista de su adversario.Ya que su presa está plegada a sus patas delanteras hay que intentar desenmarañarse de ellas, pero cuando menos se espera se lleva un aguijonazo del poderoso aguijón, que estaba al acecho para dar el golpe final.
Al final del entreno, Sensei explicó la razón por la cual no lograba atacarle, aunque conociera las posturas de combate.Dijo que eso está en Hidensho (Secretos de técnicas).“
-Silva (Unidad Vila Mariana)
El facto de observar a los demás ejecutando técnicas, no implica en lograr hacer de la misma manera.Lleva algún tiempo para procesarlas en nuestras mentes y cuerpos hasta que logremos llegar a lo que vimos.
Del mismo modo que en el entrenamiento de kata, no basta sólo mirar como hacen algunos, o sea, mirando a videos, pues en el momento de ejecutarlos, lo hacen apenas con lo que "ya han visto".
El apunte de hoy:Sasoriza no Ken (Shingi Hidensho)
Guarda de katana do ano de 1582 - acervo do Sensei
Detalhe: Trepadeira Hera
“En el entreno de la mañana, estaba luchando de Nito Waki con el alumno Jaime que vino de Chile. No tuve oportunidad de luchar mucho en este Kamae y no conocía muchas variaciones de golpes. Escucho el ippon migi de Sensei.
Él estaba luchando con Senpai Danilo.
Mi vez. Cambié de arma y fui a luchar con la Tachi. Sensei también cambió de arma de Tachi para Nito.
A mi suerte, Sensei armó el Kamae Nito Waki. Hajime. Estaba de Chudan observando los movimientos de Sensei. Él viene avanzando despacio, resuelvo primero atacar al men a ver cómo iba a ser la defensa. Como esperaba, Sensei defendió con la Kodachi. Sólo no esperaba la Tachi viniendo a mi kote.
Sensei avanzó y atacó con la Tachi. Conseguí esquivar pero, cuando fui a recular, la Kodachi estaba en mi kote. Ataqué primero algunos golpes a poder observar las variaciones de defensas. Lograba defender algunos contraataques pero, la mayoría, Sensei acertaba men, do y kote con la Tachi y, cuando estaba cerca, recibí men, do y kote con la Kodachi. Impresionante fue cuando fui a atacar el men y me deparé con la precisión de Sensei, con la Tachi saliendo detrás de la Kodachi y parando en mi cuello, Tsuki.
Domo Arigatougozaimashitá Sensei, por la oportunidad de ver y sentir la energía de este kamae, que abrió más opciones tanto en la defensa como en el ataque en mi camino. Ahora es: ¡Entrenar!" Fujimura (Unidad Florianópolis)
Ilustração: Kodama - Unidade Vila Mariana
Mientras iba al aeropuerto para un Shugyo más en Japón, yo y mi alumno hablábamos sobre las imágenes de “budas” que aparecían al lado de la caverna de Reigando.
Reigando, a quien no sabe, es la caverna dónde fue escrito el Libro de los Cinco Anillos, Gorin no Sho, por nuestro maestro Miyamoto Musashi en los últimos años de su vida.
Son centenas de estatuillas de piedra de santos, llamados de “ojizo” y que alcanzamos a apreciar hasta la entrada de la caverna.
Dicen que fueron construidos hace 500 años y que cada uno de ellos es diferente del otro, de manera que nunca se repiten.
Lo más interesante que me contaron es que siempre hay uno con lo cuál te identificas.
O sea, es “exactamente tu vivo retrato”.
Puedo afirma que siempre que voy allá, me encuentro con mi “ojizo” sosia y también con otros que se asemejan a mis conocidos, sean ellos orientales o no. Así, concluyo que el eslabón entre el pasado y el presente no es deshecho, en un misterio que no comprendemos. Es el inexplicable..