06-abr-2011
"Lo que sucedió después de la llegada del Sensei son lecciones valiosas sobre todos los aspectos del camino, las virtudes samurais de las que tanto hablamos y discutimos se encuentran en abundancia, faltan palabras para definir, sobran actitudes. Agradezco mucho a los kamis por, durante estos días, haber tenido oportunidades tan valiosas de convivir con el Sensei, absolutamente nada que por ventura escribiera correspondería a lo que sentí.
Mañana de domingo, mañana de keiko. El Sensei lucha contra todos los de la Unidad, tomo mi nito (dos espadas) y veo que nadie lo hace, pienso que es mejor redefinir la estrategia y sostengo mi itto (espada larga). Observo atentamente cada una de las luchas del Sensei y voy percibiendo la evolución constante mientras los kyus van cambiando, el arte de un maestro de luchar desde un iniciante al más experimentado, es algo mágico, único de verse. Me siento como en una galería de arte, paseando por los pasillos mientras el Sensei me muestra cada estilo de pintura, su shinai es el pincel pero los estilos, las posturas, cambian cada minuto. Ha llegado mi turno de luchar: aquel lugar desaparece...las personas a mi alrededor desaparecen también...el sentimiento es indescriptible, sin palabras, aprendemos, nos equivocamos y las pocas veces que acertamos, queda en el recuerdo la sonrisa del Sensei por dentro del bogu diciendo "Sí, ése es el camino!".
Pausa para la tapioca, momento de
descontraerse - pero no
mucho-,
todavía tenemos Iaijutsu y
Jojutsu. Mi
concepción de
Iaijutsu cambió completamente, lo que se
ve en el
Sensei ni de
lejos es un lai estético y
sí,
muy bonito a pesar de
marcial. Podemos ver
en cada corte, cada
kai, cada
paso,
un oponente que desaparece.
Guardé aquella energía en mi mente para
tenerla como marco al
cual dirigirme,
un sendero.
En el
Jojutsu,
una vez más,
tuve la
suerte de los
kamis de
hacer diversos
katas repetidas
veces con el
Sensei, que incluso me da con
maestría la
orientación de
cómo pasar a los más
nuevos en el
Camino.
Tenía sed del conocimiento Sensei pero
percibo que
hay muchos sabores
todavía por
venir y
esto es reconfortante. Para terminar
baño de mar con
atardecer, no podemos
dejar de
tener el
pensamiento de
qué felices somos por estar vivos
en aquel momento.
Es difícil narrar
aquí la
cantidad de momentos, frases y
explicaciones que me
pasaron pero
puedo resumirlo brevemente
diciendo que el
dojo es un lugar de
iluminación, pero
diría además que
es una utopía,
utopía de lo que la
sociedad debería alcanzar con
respeto y
compasión mutuas. El
Sensei es el
camino y todo lo que
hace condice con
esto,
qué suerte tenemos de poder estar cerca de estas
lecciones.
El
tiempo de los
maestros difiere del tiempo de los discípulos,
así como los
dioses antiguos del olimpo tenían un tiempo diferente
del de los
mortales, pero
qué felicidad es sentir
ese tiempo diferente,
aunque sólo sea por
unos días,
es sentirse vivo y confiar que
Bushido vivo
es eso y no
una colección vacía de historietas
zen."
Éder"
Lanzamiento del Shinhagakure,
nuevo éxito,
samurais preparados,
errores corregidos inmediatamente, periódicos y
blogs fotografiándolo todo."
Anderson
"
Ya sea en el
entrenamiento o
simplemente estando a su lado,
en cada momento con el
Sensei, aprendemos algo
nuevo, tanto
en el
camino de la espada como
en el
camino de la vida."
Gleidson