En estos días tuve el gusto de probar un buen vino chileno. En el rotulo se encontraba dicho lo siguiente:
"Hace más de 100 años, Don Melebor de Concha y Toro, se reservó una partida de los mejores vinos que producía. Y para alejar a todo extraño de esa guarda tan especial comentó que en aquel lugar habitaba el Diablo. De abí su nombre: Casillero del Diablo."Historieta a parte, tenemos puntos semejantes: Mientras más tradicionales las técnicas, más sabores; Las técnicas maduran con el tiempo; Y la más interesante: Para saborear las mejores, tenemos que pasar por el Diablo. ¡Un brindis al buen vino!