“Un observador atento, viendo de fuera, rápidamente percibiría el sentimiento de este Gashuku simplemente mirando los semblantes de los participantes: la alegría en los rostros de los jóvenes, la serenidad en los rostros no tan jóvenes, la seriedad del semblante y de las miradas en los momentos de vida o muerte, la sonrisa de Sensei, inmediatamente correspondido por todos en los momentos de relajamiento, en suma, el Brillo en los ojos de cada uno." - Ricardo Lopes, unidad Brasília/DF