"Este Gashuku, para mí se resume en tres palabras que fueron marcantes: Compasión, Gratitud y Humildad. Además de los días maravillosos de entreno y, una optima compañía de los compañeros de entreno, de distintos lugares del país, el punto fuerte del Gashuku fue cuando Sensei clausuró con llave de oro y simplemente “se sacó la máscara” para todos nosotros y, con sus bellas y sabias palabras nos emocionó a todos los alumnos, cuando se dirigió a una Samurái del Niten, llevándola a las lagrimas. Fue muy emocionante y creo que todos se emocionaron con la humildad y gratitud que Sensei demostró delante de todos. Creo que son raros los maestros que tienen ese sentimiento o al menos lo demuestran. Sin duda Sensei estuvo bien cerca de todos nosotros, intentando resolver las minucias de técnicas y queriendo mejorar la parte técnica de cada uno, en un corto espacio de tiempo; de hecho lo logró. El mensaje de sus palabras todavía resuena en mi cabeza, apenas pensando: Sensei dijo que corrigiera ese y aquél detalle…Recordando que cualquier palabra es sagrada. Hablando en sacarse la máscara, otra parte bien interesante fue cuando nos mostro el cotidiano de su Shugyo en Japón y los detalles personales le dieron al Gashuku un sabor más especial. Me siento honrado por hacer parte de este grupo y, de toda esa tradición de enseñanza que Sensei nos transmite a través de los entrenos intensivos y de los Cafés. Alumnos de Japón de kendo quedaron impresionados con como el “océano es inmenso” y de cómo los alumnos de Niten consiguen mantener los Katas del Bushido tan vivos. De hecho estamos presenciando la pasión y dedicación con que Sensei enseña ciegos a ver, de manera tan perfecta. Tengo orgullo de hacer parte de esta era y con el pecho lleno de orgullo digo: Mi maestro es el Sensei y yo soy del Niten.” - Venturelli, unidade Faria Lima - SP