Hoy quiero mostrarte las palabras de un alumno que vino a SP a shugyo* y participó del Gashuku (23jun – 9armas) “Shugyo El Shugyo no empieza cuando llegamos a la ADM*, sino cuando resolvemos colocarnos a prueba… Várias preguntas nos vienen a la cabeza, seguro que la primera es: ¿Por qué quiero sufrir? La respuesta es simple, porque estoy cansado de ser cómodo, no quiero ser más simplemente otro que aprovecha las oportunidades, sino que aquél que las crea. …… Fui armado y, de cierto modo, hasta “preparado” para lo que podía enfrentar tanto en lo físico como en la espiritual. Mi guardia estaba alta y era cético en relación con las actitudes e intenciones, tanto las mías como la de aquellos que me rodeaban. Necesitaba tener la certeza, pero, ¿qué certeza? ¿En la que siempre creí o en la que podía presenciar? ¿Y para qué tener tanta certeza así? ¿Por qué todo tiene que ser tanto negro y blanco? Tengo la torpe maña de siempre analizar, planificar y crear estrategias para las cosas, y así dejo de aprovechar la esencia, el momento y la oportunidad de equivocarme. Solo existe un tiempo en el que podemos influenciar el presente, el pasado no nos pertenece más y el futuro está más allá de nuestras capacidades. Ese es el espíritu del samurái, el guerrero que vive para estar preparado para cuando muera. Mientras intentaba “esconder” mis sentimientos, se me leía como un libro, página por página, no juzgado, sino leído cuidadosamente, en mis actitudes, en mi habla, en el mirar, en mí espíritu y en mis ganas. Y fue lo más sorprendente, mientras creía que estaba en el “control” de mis deseos, percibí que los fantasmas a mi lado me denunciaban y apuntaban mis errores. Aún así, las personas que estaban adelante me guiaban, abrían sus corazones y permitían que pudiera ver, sin intentar influenciar, encontrar lo que había ido a buscar, encontrar mi “tesoro sagrado”. Abrir las puertas de nuestra casa no es fácil, solo invitamos aquellos en quién creemos y cuando no tenemos mugre bajo la alfombra, muchas veces necesitamos probar y ser probados, solo así aparece el verdadero espíritu. De nada sirve leer y oír sino se vive la experiencia. Estar presente es ver, tocar, degustar, oler, y oír el momento. Aprender de la fuente, sin filtros o atajos. No existe nada más serio que la relación de un maestro y su aprendiz y, la confianza demora una vida para formarse, pero se termina en una respiración. Usando un historia zen, puedo decir que mi taza de té se vació. No tengo más miedo, verdades, conceptos, historias y ganas egoístas. Ahora quiero aprender, una línea recta. Como aprendí, tener una vida de varias escojas nos trae sufrimiento, existen momentos en que no debemos tener escoja y ser lo que creemos. ¡No siempre hacer lo correcto es lo más fácil! ¿Sobre el entreno físico? Sí, sufres y tu cuerpo te duele, el sueño se lleva hacia lejos tus ganas, los moretones quedan evidentes, tu mente se cansa, el hambre te golpea la puerta y el deseo de huir te corrompe tu ser… Pero, esto no es nada cuando lo comparo a los momentos únicos que tuve en las luchas increíbles que pude entablar con grandes guerrero, aún siendo tirado al suelo, prensado en la pared, levantado a las alturas, imposible con un simple golpe, sentir literalmente en la piel, como es sentir tu cuerpo ser dilacerado, minado por varios cortes. Sí, la palabra cierta acá es corte. Tuve que aprender a olvidar que se está usando un pedazo de bambú en las manos, sino que una katana que tiene vida. Aprender que en el iai* todo es cuestión del tiempo de una respiración y que la katana no es nada más que la extensión de tu cuerpo y ganas. Lo que llevo de mi shugyo se resume en la palabra rectitud. Siguen dos frases que explican mi sentimiento sobre esa palabra: “Ningún otro sentimiento puede traer más alegría y felicidad al alma del hombre que la certeza de hacer todo para ser recto.” (autor desconocido) “Aquél que reprime los ímpetos del cólera estará cubierto de cualquier peligro. Es conveniente saber sofocar, o al menos moderar el cólera, el temor, la tristeza, la alegría y otras agitaciones profundas que pueden alterar la rectitud del alma.” (Confucio) Domo arigato gozaimashita Sensei, por haber abierto su casa para que pudiera entrenar y aprender. Domo arigato por todos los Senpais que me enseñaron las técnicas y que me ayudaron a superar mi límite moral. ¡Sayonara!” *shugyo= entreno recluso en São Paulo *ADM = administración central del Niten *iai = arte de desenvainar la espada de metal