Hace 15 años, cuando fundé el Instituto Cultural Niten, ni me pasaba por la cabeza que tendríamos tantas alegrías.
El lema del Método KIR, seguido al hilo hasta los días de hoy, sigue teniendo su eco, no solamente en tierras brasileñas, sino que también en Argentina y Chile:
“Recuperar el potencial humano a través de la espada y llevarle lo mejor de la filosofía samurai y de la cultura japonesa a los brasileños”. Así estaba escrito en nuestros folletos y carteles, que entre paréntesis, en aquella época, estaban hechos a mano (y no en la computadora).
Alumnos serios, sedientos por filosofía y conocimiento componían el Niten.
Hoy veo que faltó visión de mi parte.
El mundo cambió. Las personas cambiaron. Además de los que cité, otros se sumaron y, que para mí, es motivo de alegría y de esperanza del Niten.
Acá están: