Hoy dividido con usted el relato del alumno Nosaki, de Piracicaba:
"Este día 7 de junio tuvimos el 7º Torneo Brasileño Individual de Kobudo. Confieso que estaba un poco nervioso, pero, estaba feliz por poder participar de este torneo, en el que pude encontrar nuevamente samuráis de Brasil y, ¡por primera vez os de Argentina!
La novedad de este torneo fue la participación del hijo de tres años de Sensei. Cuando lo vi de bogu y afirmando la shinai, me admiró mucho y pensé: ¡Con apenas tres años y ya está en combate. Cuándo crezca será un gran guerrero! Me gustaría haber empezado también bien pequeño.
Mientras esperaba mi turno, pude observar los competidores de Iaijutsu y Jojutsu, que tuvieron un óptimo performance y bastante kiai. ¡Los combates fueron emocionantes! En la categoría 6º kyu, a la que pertenezco, sentí la fuerza de los samuráis y también tuve la oportunidad de mostrarles la fuerza de la unidad de Piracicaba. ¡Conquisté el 3er lugar y fue emocionante haber conquistado mi primera medalla en Niten!
También pude hinchar por la sempai Erika, coordinadora de la Unidad y verla conquistar el tercer lugar en su categoría. ¡Omedeto Sempai!
Las luchas de 3er kyu y arriba (la categoría más esperada) demostraron toda la técnica de los ‘Samuráis más antiguos del Niten’, como el sempai Ariel decía en el torneo, ¡se movió a todos los espectadores, mucha hinchada y mucha garra!
El domingo fuimos al Parque Villa Lobos para el evento Grito samurai. Hubo Ioroi, caballería y, perfilamos como si estuviéramos en guerra. Los samuráis de todo Brasil y de Argentina soltaron un kiai para que todos pudieran oír y conmemorar el centenario de la Inmigración Japonesa.
Este evento también coloca a Niten, una vez más, en la historia brasileña.
Al ver los caballos, los sempais Cortes y Patricia de Ioroi, sentí una tremenda emoción, parecía que el espíritu samurai me hervía dentro, listo a explotar a cualquier momento. Cuando nos alistamos y miré hacia el lado y vi todos aquellos samuráis y las banderas, me sentí en una guerra igual a la de la película El Ultimo Samurai.
Luego del comando de Narabe del sempai Wenzel, el kiai que emitimos fue de dar calofríos: todos juntos gritando “¡Niten!!”y, el grito se repetía cada vez más, como las olas que revientan en la playa sin parar, con truenos de una tempestad.
¡Arigato gozaimashita Sensei por proporcionarnos todos aquellos momentos y lecciones de vida! ¡Arigato gozaimashita sempais y kohais por ayudarme a crecer!"