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Café con Sensei

Pensamientos y comentarios del Sensei Jorge Kishikawa


21-dic-2012

Gashuku 2 - Shangri-la


Tradução: Cristian Garrido - Chile

“Un refugio en el camino (una reflexión sobre el Gashuku de fin de año)

Las montañas alrededor, con su naturaleza exuberante, rodeaban el lugar donde hombres y mujeres de distintas edades esgrimían espadas largas, y en algunos momentos bastones y espadas cortas.
Caía una lluvia fina que enmarcaba miradas incisivas antes de cada ataque, seguidos de movimientos de defensa y contra ataque, en movimientos conectados por tonos predominantemente azules y blancos, que contrastaban con el verde de la vegetación y el gris del concreto del suelo.
No había violencia, había energía.
A pesar del sudor, observando más de cerca, evidenciándose el cansancio, cuando a veces alguien se detenía por un momento para recuperar el aliento en ese aire húmedo, esta energía parecía fluir, casi palpable, casi siendo cortada por las espadas en actividad frenética.
A veces una nube más baja contribuía para dejar el ambiente aún más aislado de un mundo perturbado que parecía más y más distante. Una muralla protectora que transformaba las montañas en un particular Shangrila, un refugio para cada alma ahí presente.

Esto sí es un buen final de semana Domo Arigato” Cadu – Brasilia













 

“Un momento para conocer a la ´´Familia´´

Nunca había participado de un evento como un Gashuku previamente, ni había visto a tantas personas dedicadas a un solo fin, trabajando como si fuese el evento más importante de sus vidas. Y más importante, finalmente tuve la oportunidad de conocer a Sensei.

Tuve la oportunidad de conocer a personas muy diversas, pero unidas de una forma tan intensa como si fuesen todas de una misma familia.

No una familia cualquiera, sino una como la idealizamos. Todos preocupados, el uno del otro, y más importante, todos querían enseñarnos. Una buena familia no es la que da sólo cariño y atención, todo ´´niño´´ requiere de orientación, de un tirón de oreja. Estar en un Gashuku fue más revelador que los días en el Dojo. No es que los entrenamientos no sean necesarios, pero no son más que una serie de ejercicios vacios sino cuentan con la orientación sobre el camino.
Y Sensei, Sensei…. Debo confesar que estar con él personalmente y recibir las palabras y orientación directamente de él, éstas toman un peso totalmente diferente. La sensación de estar ahí es difícil de describir. Hace mucho tiempo que no sentía una mezcla de sentimientos tan grande al conocer a alguien. Hoy en día, somos bombardeados con tantos gurús y pseudo-filósofos, que a veces quedamos ciegos a las personas que realmente son importantes.
El sentimiento que queda es que si no se viene a estos eventos, y más importante, si no se conoce a Sensei, es imposible tener un sentimiento de giri verdadero.

Sayonara
Cestenio - Recife

 












 



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