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Café con Sensei

Pensamientos y comentarios del Sensei Jorge Kishikawa


26-jul-2011

Gashuku Brasília 4 -Las tres lecciones

"Es difícil hablar del Gashuku antes de comentar sobre la primera vez que yo vi al Sensei, exactamente en el Gashuku anterior aquí en Brasília a fines del año pasado. En aquel momento, yo estaba en el Niten desde hacía una semana, había entrenado dos veces. Cuando el Sensei entró a la cancha, me vino a la cabeza una frase que había leído recién: "Finalmente nos encontramos, después de varias encarnaciones." El cambio de energía en la cancha se alteró. La fuerza del Sensei se percibe fácilmente sólo de observarlo caminar. Aquel día sólo me miró, pero aquella mirada me dijo más que mil palabras. En este Gashuku fue diferente, una vez más llegó y la energía cambió, trajo levedad y felicidad al corazón, una atención especial para reflexionar sobre las enseñanzas que vendrían. Enseguida estábamos dentro del Bogu y, para mi sorpresa, el Sensei estaba listo para luchar. Yo pensaba que el Sensei iba a orientar y enseñar sin luchar. Lo más increíble fue que yo sería el tercero en luchar con él.

 
No recuerdo las dos primeras luchas, al final fueron una especie de retomada de aliento antes de la gran sumergida, sólo no imaginaba cuan grande sería. Y ahí estaba yo, frente a frente con el Sensei, así como en una sumergida donde el sonido más alto se vuelve distante y difuso, la protección ocular del Men era como mis ojos abiertos debajo del agua, haciendo media confusa la percepción.
 
Entonces, sin saber qué hacer, grité mi Kiai y avancé hacia el combate, pero una vez más era como si estuvie
ra sumergido, mis movientos lentos y descontrolados enseguida le dieron al Sensei la oportunidad de darme la primera lección. Después de una secuencia de cortes en el Kote, lo que me impresionaba no eran, de hecho, que mi Kamae y mi defensa fallaran sino la sensación de cada golpe. Éstos no tenían ninguna fuerza pero cortaban allá, en el fondo del alma del aprendiz que, de repente, se vio frente al espejo, y que a cada corte veía un error a ser corregido y alguna actitud a cambiar en lo cotidiano. Mucho más que una enseñanza para la espada, la primera lección del Sensei fue para mi vida y, al concluirla, continué exhausto las otras luchas.
 
Después de una sucesión de ellas, estaba nuevamente frente a frente con el Sensei. Yo, completamente exhausto, grité y fui contra sus dos espadas. En esta segunda lección, las lágrimas no tardaron en venir. Ahí estaba el Sensei para mostrarme que no basta ver los errores para seguir el camino. Se necesita persistencia y dolor para colocar a prueba el corazón de las personas y separar a los guerreros del resto del mundo. Y en su libro él ya lo había dicho pero la memoria graba con más dedicación cuando se siente en la piel el peso del camino del guerrero. Estaba terminada la segunda lección.
 
Con mucha dificultad en las luchas siguientes y un pedido para respirar, conseguí llegar de pie a la tercera lucha, creo que hubiera ido incluso arrastrado! Y ahora el Sensei portaba sólo la espada corta y yo, en un vislumbre de tonto, pensé que tendría alguna oportunidad. Así, llegó la tercera lección, con mi primer lucha contra Kodachi (espada corta), después de ver los errores y aprender a corregirlos, después de sufrir y persistir, es necesario no dejar nunca que los pequeños problemas y faltas se vuelvan tan grandes como se volvió la kodachi; en verdad, la mejor solución es no dejar que se acerquen, porque van a tomarte y llevarte a la muerte antes de lo que te imaginas. Aquélla que pensé que sería la más "fácil" de las luchas, fue la que trajo la espada a mi garganta.
 
Después de sacarme el Men, mi nariz sangró un minuto debido al clima de Brasília. En menos de un minuto, los Senpais ya estaban ayudándome. Esta atención me tranquilizó tanto como me inquietó por interrumpir la lección de ellos para ayudarme. Y sobre esta actitud también habló el Sensei cuando, en el momento de oro, abrió nuestros ojos a la pérdida de valores. Sobre eso, considero que la actitud de preocupación de los Senpais es una demostración de valor y de compasión.
 
Después del almuerzo Niten Ichi Ryu, con corrección de varios puntos e inmersión en este estilo que trae Musashi Sensei a la mente, con su perfección y amplitud de dones como la pintura y la escritura que lo hacían un samurai tan completo. Después de eso, durante el Iaijutsu, que yo sólo observé. Reflexioné sobre el libro del agua y de cómo, tanto el Sensei como Musashi Sensei, se adecuan a cualquier situación igual que el Agua. Tengo que confesar que sentí un orgullo inmenso de poder absorber una pequeña parte de esa grandiosidad que es el camino. 
 
Y para dar por terminadas las lecciones, el Sensei me miró a los ojos y me dijo:
 
-Continúa entrenando firme!
 
Puede tener la seguridad de que así será, Sensei.
Espero que la próxima oportunidad de aprender con el Sensei suceda dentro de poco tiempo!

Domo Arigato gozaimassu."


Jackson- Unidad Brasília.

 


"Finalmente nos reencontramos"


"Una oportunidad contra la kodachi?"

"Finalmente nos encontramos después de varias encarnaciones." -es lo que pienso cuando encuentro a mis alumnos, principalmente de Unidades fuera de São Paulo y me viene a la mente, un sentimiento de conmemoración sumado a expectativas. Este alumno será promisor? Con cualidades? Virtudes?

 
Es posible que la energía se altere cuando entro a la cancha. Pues, en cuanto piso la cancha, siento con mis pies si el terreno está seguro, propicio para una clase productiva y con mis ojos observo atentamente a los que están presentes, dejando la vida mundana por algunas horas, en busca de perfeccionamiento. Y esto es lo que pasa. De corazón a corazón. Telepatía. Energía en el aire...
 
La versatibilidad del Kenjutsu se aprende de varias formas. Y una de ellas es recibiendo el golpe. Está muy equivocado el alumno que piensa que cuando tengo el equipo, estoy queriendo "luchar". Si me pongo el equipo es para enseñarle. Mostrarle el punto que falla. Los golpes de Kenjutsu cortan en el fondo del alma. Quien no sintió ya el cuerpo desvanecerse y después suspirar al llevar aquel utigote (golpe ascendente sobre el antebrazo) por más liviano que sea? Desde que el alumno esté con el corazón abierto, verá su alma "cortada" varias veces.
 
Digo esto porque existen quienes, presos a sus "preconceptos", se niegan a entenderlos. A principios del siglo pasado, se prohibió la práctica de dos espadas, el Nito, en la práctica de kendo, por considerarse una forma "cobarde" de luchar... a pesar de que el entrenamiento con las dos espadas es curriculum obligatorio desde hace 700 años (Katori Shinto Ryu) o forma parte del estilo Niten Ichi Ryu de Miyamoto Musashi, el samurai imbatible de todos los tiempos.
 
Tampoco será novedad si esta vez alguien dice que luchar con Kodachi es cobardía
 
Déjennos.
 
El rescate continúa.
Estudiar el Niten Ichi Ryu y aplicarlo en el combate de Kenjutsu agudizará la percepción en lo que atañe a "hacer de su espada su pincel".
El arte con el cuerpo es estimulante para el espíritu.
Si Jackson hubiera entrenado y no sólo observado el Iaijutsu, hubiera aprendido la cuarta lección.
 
Queda para la próxima.
Es por esto que siempre les digo a mis alumnos:
-Continúen entrenando firme!
Para que valga nuestro reencuentro.
 
Después de varias encarnaciones.



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